MAYO CORDOBÉS

MAYO CORDOBÉS

 

Si hay una fecha especial para Córdoba y los cordobeses esa es la del mes de mayo. No se si alguna vez has pensado venir a Córdoba, pues si lo haces en mayo no te arrepentirás, porque además de los innumerables encantos de la ciudad se suman otros más difícil de describir. Tal vez has empezado a buscar hotel por el centro de la ciudad y habrás visto que muchos hoteles cuelgan el cartel de “completos”, pues eso es por qué es mayo en Córdoba. Es mayo en todos los lugares, pero en ninguno es como lo es en Córdoba. Es el mes en el que la ciudad se pone sus mejores galas y se viste de miles de colores, pero además abre sus puertas para que todo el mundo pueda ver lo hermosa que es. Es el mes en que se invita a ciudadanos y visitantes a salir a las calles y disfrutar, es el mes en el que se pone de manifiesto el carácter que la historia a forjado a esta ciudad, es el mes de la convivencia, de la solidaridad, de compartir y sobre todo de divertirse y disfrutar.

 

«homenaje a los cuidadores de patios»

 

 

El primer aperitivo son las Cruces de Mayo. El origen de esta fiesta se remonta a principios del siglo XX. Al principio fue una fiesta con alto contenido religioso, empezó a celebrarse en los patios de vecinos para celebrar la muerte de cristo poco después de la Semana Santa, comenzaron a decorar los patios con cruces hechas con flores y mantones de manila. Durante la segunda república fue perdiendo su sentido religioso para empezar a ser más festiva. En la década de los 60 dejó de celebrarse en los patios para empezar a colocar las cruces en las calles y así fue como en 1953 se celebró el primer concurso de cruces de mayo. Hoy se han convertido en una fiesta indispensable y que atrae a miles de turista. Durante los días que duran el ambiente festivo inunda toda la ciudad, decenas de cruces, bellamente decoradas, son plantadas por todos los barrios de la ciudad y junto al tablao con música festiva tradicional, hacen que sea una fiesta participativa, hermosa y que debes conocer.

 

 

En mayo también sucede en las calles de Córdoba una batalla muy especial, una batalla a la que todos queremos enfrentarnos y que a nadie deja indiferente. Nos referimos a la Batalla de las Flores. La munición no podía ser otra en Córdoba, si algo caracteriza a Córdoba en mayo, eso son las flores. ¿Así que mejor que usar las flores como munición?, pues en eso consiste, en una batalla donde nos arrojamos claveles. Esta batalla tiene más de 100 años de tradición y es la que da comienzo al mayo cordobés. Un desfile de carrozas bellamente decoradas recorre la ciudad disparando claveles a los asistentes que acuden a verlas, estos se los devuelven convirtiendo las calles en una batalla de colores, olores y sobre todo diversión, mucha diversión. La primera batalla de la que se tiene constancia es de 1915, desde entonces, carrozas bellamente decoradas, con mujeres vestidas con trajes de luces, coros flamencos y rocieros, no solo disparan claveles a la ciudad sino alegría y el pistoletazo de salida del mayo cordobés.

 

Otro capítulo aparte es el Festival de Patios, que este año cumple 100 años de historia, pero en este capítulo no me voy a entretener mucho pues el post anterior está completamente dedicado a ellos y te recomendamos que lo leas si no lo has hecho para entender un poco más lo que significan. Pero si algo ha puesto el mayo cordobés en el calendario internacional de medio mundo, esos son los patios de córdoba. Declarados patrimonios de la Humanidad son de obligada visita y algo de lo que los cordobeses nos sentimos profundamente orgullosos.

 

 

 

«la feria se respira por toda la ciudad»

El remate a nuestro mayo es la celebración de la Feria de la Virgen de la Salud. Lo que muy poca gente sabe es que, en una de las ferias más antiguas de Andalucía, mucho más que la feria de abril de Sevilla. Su historia comienza en 1283, donde con un privilegio real se empezaron a celebrar dos ferias ganaderas. Dos siglos más tarde, en 1422 aproximadamente los reyes católicos fijan una de ellas en mayo, por esas fechas todavía no se había reconquistado del todo y Granada seguía en manos musulmanas. Como casi todas las ferias tenían un origen ganadero, donde había cabida para los negocios y transacciones y también para la fiesta y algarabía. Una curiosidad de esta feria es que no ha dejado de celebrarse nunca hasta ahora por la pandemia, ni durante la guerra civil dejó de celebrarse, pues siguió la parte ganadera pero no se celebraban fiestas y casetas.  El nombre de la feria, Feria de la Virgen de la Salud, también está cargado de leyenda. Se dice que unos pastores o labriegos encontraron en un pozo la figura de una virgen. Estos hechos ocurrieron en 1665 y desde entonces se empezó a decir que el agua de ese pozo curaba a los enfermos, de allí el nombre de Feria de la Virgen de la Salud. La feria ha cambiado varias de veces de ubicación, pero nunca ha cambiado de espíritu. Ese espíritu que caracteriza y persigue a Córdoba de concordia, convivencia y tolerancia. En la feria de Córdoba las casetas son de acceso público, todo el mundo puede disfrutar de todas las casetas y la fiesta se vive tanto dentro de ellas con fuera, en sus calles cubiertas de albero, farolillos y manzanilla.

 

La feria pone el broche de oro a un mes festivo en esta ciudad que te recibe siempre con los brazos abiertos, siempre con una sonrisa y que además te decora la ciudad con millones de flores para que tu visita no solo sea hermosa si no una experiencia difícil de olvidar. Si preguntas a los niños de córdoba que te digan los meses del año te dirán; enero, febrero, marzo, abril, Córdoba, junio, julio, agosto, septiembre, noviembre y diciembre.

«la llave de feria»

 

 

 

 

Mayo es más que un mes en Córdoba, es un sentimiento, una forma de vivir, un espíritu que inunda la ciudad de alegría. Si vienes a Córdoba en Mayo, te enamorarás tanto de la cuidad que no querrás irte nunca más.

LOS PATIOS DE CÓRDOBA

PATIOS DE CÓRDOBA

EL PATIO DE CÓRDOBA

Si hay algo fuera de lo común en Córdoba eso son sus patios. Un lugar que no deja indiferente a nadie, un lugar que se ha convertido en fiesta, una fiesta de participación, concordia que ha sido premiada con el título de Patrimonio Inmaterial de la Humanidad por la Unesco en el 2012, un 6 de diciembre. Es la época del año que más visitante recibe Córdoba, donde es difícil encontrar una habitación libre en los hoteles de la ciudad. Todos las televisiones y periódicos nacionales e internacionales se hacen eco de ello. Pero que sabes realmente de los patios.

Si algo me llamó poderosamente la atención la primera vez que vi el festival de patios, además de la infinita belleza que destilan por cada rincón, es que impulsa a alguien a abrir las puertas de su casa para que todos puedan disfrutarlo. Sigo sin llegar a comprenderlo mucho, pues para mí la intimidad es muy importante, a mí no se me ocurriría abrir mi casa para que la gente pueda venir a verla. Y creo que a casi nadie, somos de los pocos países de Europa que ponen cortinas en sus ventanas para que no nos vean desde fuera. Es algo que me intriga y me sorprende pero que después de hablar con propietarios y su devoción y amor por los patios he podido empezar a entender. Los patios hablan mucho más que de flores y plantas, habla de un sentimiento, de una forma de viva, habla de amor.

«la vida giraba siempre al fresco de los patios»

El festival de patios empezó a celebrarse en 1921, por entonces, el Sr. alcalde Francisco Fernández de Mesa convocó un concurso de patios, balcones y escaparate con premios de 100, 75 y 50 pesetas. No tuvo mucho éxito, parece increíble, ¿verdad?, así que hasta el 1933 no volvió a convocarse de nuevo. El estallido de la guerra civil volvió a parar el certamen que reanudó en 1944. Un pequeño recordatorio de la historia del festival de patios. Como todo concurso tiene un premio económico, pero… ¿es ese el motivo por el que los habitantes de Córdoba abren las puertas de sus casas? Yo, que vengo del norte de España, de una de las ciudades más frías de la península y que su clima hace que la vida se viva de puertas para adentro, por eso dicen que somos más cerrados, no deja de sorprender. Está claro que el clima condiciona la forma de vivir y creo yo que hasta los caracteres de las personas. Fuera de tópicos, es cierto que en el sur la vida se hace de puertas para fuera y en el norte, el frio hace que te refugies en tu casa. Hasta el tipo de construcción es distinta, por el norte, o por lo menos por mi tierra, no son habituales los patios, así que ese “vecindeo” que solían generar no se produce, la gente suele sociabilizar en los parques o jardines, no en las casas particulares.

Entre geranios, gitanillas y claveles, con cientos de colores inundando todo, ese limonero que no puede faltar en un patio típico cordobés, y el pozo que aporta el agua necesaria para regar pasaban las horas nuestros mayores. Charlas entre vecinos que hacían más llevadero las duras horas de calor de esta maravillosa Córdoba en tiempos en los que no existía el aire acondicionado, a lo sumo, un buen abanico. No deja de inundarme la nostalgia cada vez que visito un patio y pensar en como era la vida en ellos. En estos tiempos en los que cada vez somos más individualistas, en los que las nuevas tecnologías nos aíslan más del prójimo pienso en los patios y lo que representan, ese modelo de cooperación, de vecinos, de comunidad, donde compartir lo poco que se tenía era habitual. No quiero decir que cualquier tiempo pasado sea mejor, ni mucho menos, pero bien es cierto que la sociedad ha cambiado, tampoco me voy a atrever a decir que, a peor, pero cada vez somos más individuales y, para mis los patios representa todo lo contrario, la colectividad, el compartir, establecer vínculos sociales, el intercambio, etc. Ahora creo que hemos sustituido el patio por los bares. Bien es cierto que antiguamente los patios reunían a varias casas o familias y ahora, casi todos son de un solo propietario.

«la ciudad rinde tributo a los cuidadores»

Esta visión de los patios es lo que lo que hace grande a esta fiesta., no que un patio tengas millones de flores repartidas en cientos de maceta que nos dejan la vista y el pensamiento todo embriagado, no esos olores que inundan la atmosfera, no ese limonero que da sombra al pozo, no. Para mi lo que hace grande a este festival son los sentimientos y el espíritu que lo rodea. Esa sensación de compartir, ese recuerdo a una forma de vida que se está perdiendo, ese espíritu de pertenencia a una comunidad, ese espíritu de colaboración y compartir. No sé, quizás este equivocado, pero es lo que a mi me transmite esta fiesta patrimonio de la humanidad. Así que te invitamos a que visites los patios y vayas más allá de la propia belleza de lo que te rodea, atrévete a pensar que una mujer o hombre generoso a abierto las puertas de su casa, la ha puesto bonita para las visitas y te está esperando con los brazos abiertos. Algunos pensarán que lo hacen por ganar el concurso, pero, por lo que yo sé y a los propietarios que hemos preguntado, el premio no compensa los gastos que ocasiona tener un patio así, ni las horas de dedicación (unas dos horas diarias que llegan a ser 5 los momentos de poda), pero la verdad es que abren las puertas de su casa por pura generosidad, para compartir la belleza de sus patios, de su trabajo y dedicación y por el amor a las plantas y a una forma de vivir y de ver la vida. Así que te volvemos a recomendar que cuando visites los patios, después de ver la belleza del mismo, cierres los ojos y veas la otra belleza, la que solo se puede ver con los ojos cerrados y con el corazón.

Por eso el festival de patios no puede desaparecer nunca, por lo que representa. Así que te esperamos con las puertas y los brazos bien abiertos. Una fiesta que no te puedes perder y que tienes que ver alguna vez en tu vida.

LOS PATIOS DE CÓRDOBA