HISTORIAS Y LEYENDAS: LA CASA DE LOS HORRORES

Si hay historias de misterio y terror que nos gustan y apasionan esas son las de casas encantadas, casas donde ocurrieron hechos terribles o acontecimientos espantosos. Tanto es así que hay peregrinaciones a estos lugares, nos crean interés, curiosidad, intriga… y así puedo estar con unos cuantos adjetivos más. No hay ciudad que no tenga una casa encantada y en el cine ha sido un filón este tema. Quien no ha visto películas como “El resplandor”, “Poltergeist”, “13 fantasmas” o la casa encantada más famosa del mundo “Amityville”. Pues Córdoba no iba a ser menos y tenemos una casa que a los viandantes causaba pavor.

Calle típica del barrio de la judería en Córdoba
¿qué misterios habrá en las calles del barrio de la judería de Córdoba?

Ese halo de misterio que inunda a las casas abandonas o viejas suele inspirar nuestras peores pesadillas y miedos, muchas de ellas arrastradas por leyendas y supersticiones. Pues en Córdoba hay una leyenda que habla de una casa que los ciudadanos la apodaron “la casa de los espantos” ya que se decía que estaba llena de duendes, fantasmas y criaturas del inframundo. Esta casa estaba cerca de la Mezquita, una casa con torreón. Cuentan que por las noches los gritos, alaridos y lamentos se escuchaban desde el exterior provocando el miedo y pavor a todo al que se atreviera a pasar por allí.

 

Según la leyenda el origen de todo se debe a que en esa casa murió un bandido que se encerró en la torre para que no pudieran detenerlo, pero claro, sin comida ni bebida murió y su cuerpo sin vida fue encontrado a las pocas semanas. Después de todo esto la casa fue comprada por otra persona que fue la que empezó a sentir los ruidos, lamentos y quejidos que se escuchaban en las tranquilas noches de la Judería cordobesa. A partir de ese momento la fama de casa encantada ya empezaba a retumbar por todo Córdoba. Fue a la muerte de éste cuando todo se magnificó.

 

 

 

 

 

Los nuevos herederos pusieron la casa a la venta, ya que nadie quería vivir en ella, pero la curiosidad por saber de dónde venían esos sonidos era enorme entre los valientes de la ciudad y fueron muchos los que aprovecharon el abandono y soledad de la casa para adentrarse en ella por la noche e intentar averiguar la procedencia de dichos sonidos. En sus furtivas excursiones pudieron averiguar una estancia secreta que conducía a una habitación sin ventana con acceso al tejado, ellos dedujeron que sería en esa estancia donde pasó los últimos días y murió el bandido. Prosiguiendo con su visita a la casa llegaron al dormitorio principal, y cuál fue su sorpresa cuando descubrieron de nuevo una escalera secreta que bajaba al sótano, el cual estaba cerrado con tres candados que no les resultó muy difícil romper debido a su antigüedad y mal estado. Al entrar al sótano descubrieron la boca del pozo desde donde ellos creían que salían los terribles lamentos todas las noches. Con mucho miedo se asomaron, pero no veían nada, así que tiraron uno de los faroles dentro y cual fue su sorpresa al no oírle caer al llegar al fondo.

Las casas abandonadas siempre despiertan la curiosidad

Pasado un tiempo, sorprendentemente la casa fue adquirida. Pero no acabaron allí las desdichas de esta casa pues no se volvió a ver nunca más al nuevo dueño. Al parecer era un hombre entusiasta de las leyendas fantásticas y temas esotéricos y al llegar a sus oídos la historia de esta casa y  que del pozo salían duendes y criaturas de otro mundo no dudo en comprarla. El nuevo dueño creía que los duendes siempre escondían un gran tesoro y ese fue el motivo de la compra, encontrar el tesoro que escondían. Su avaricia le llevo a una noche descender por el pozo en busca del preciado tesoro de los duendes hasta que se escuchó un gran estruendo y la boca del pozo quedó cerrada para siempre y nunca más se le volvió a ver.

¿podría ser esta casa la casa de los espantos?

 

Se desconoce bien cual es esa casa en la actualidad y si está en pie pues toda esta leyenda se basa en un texto de Hernández Sánchez recogida en su libro Historias y Leyendas de Córdoba. Pero si caminas por la Judería y pasas por una casa con un torreón y un pozo y oyes unos ruidos extraños ya sabes de dónde vienen, o no?.

Es curioso que siendo como somos seres inteligentes y racionales sigamos creyendo en fantasmas y seres sobrenaturales. Como ya hemos dicho en otras entradas nos encanta pasar miedo, segrega endorfinas, pero esa diversión pasa a ser desagradable cuando la experiencia nos supera o abruma. Recuerdo la primera vez que entré en la casa del terror del parque de atracciones de Madrid con actores reales, fue realmente desagradable para mí. Mis amigos disfrutaron como locos, pero yo lo pasé francamente mal y juré no volver a repetir la experiencia y hasta el momento he cumplido mi promesa. Parece ser que la delgada línea entre el disfrute o vivir una experiencia desagradable con el miedo es si tenemos la sensación de tener la situación controlada o no. No es lo mismo entrar en una atracción donde sabes que un actor en algún momento te va a dar un buen susto que entrar en una supuesta casa encantada y empezar a oír ruidos y ver gente desconocida o figuras extrañas.

 

 

 

Sea como sea todas las ciudades tienen sus propias leyendas sobre casas encantadas con fantasmas más o menos famosos. Así que pon cuidado si paseas por la Judería de Córdoba de noche y al pasar por una casa abandonada empiezas a escuchar alaridos y lamentos, puedes estar en frente de “la casa de los horrores”.